MINEDU:ORIENTACIONES PARA EL MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO DE LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA 2022

Este compromiso de gestión permite que el equipo directivo y docentes, desarrollen acciones orientadas al mejoramiento del proceso de enseñanza y aprendizaje, con énfasis en la planificación, conducción-mediación, evaluación formativa, a través de las prácticas de gestión que se detallan a continuación.

Acompañamiento pedagógico y espacios de trabajo colegiado.

Es el soporte y apoyo que el equipo directivo brinda a los docentes, en torno a su desempeño, a partir de una reflexión crítica sobre la práctica pedagógica y del esfuerzo por generar alternativas en múltiples contextos o situaciones. Abarca desde la planificación curricular, la conducción de los aprendizajes, el brindar acompañamiento socioafectivo y cognitivo, hasta el uso de los recursos y materiales educativos para atender la diversidad, con énfasis en las estrategias de trabajo en el servicio educativo no presencial y semipresencial que promuevan su desenvolvimiento en los entornos virtuales generados por las TIC para una gestión más autónoma de las y los estudiantes en sus propios procesos de aprendizaje. Su finalidad es promover la mejora sistemática y continua de las prácticas pedagógicas de los docentes para entornos presenciales, semipresenciales o virtuales de IE o programa educativo, de modo que incida en la mejora de los aprendizajes de las y los estudiantes.

Monitoreo de la práctica pedagógica.

El objetivo de estos mecanismos es verificar el desarrollo de las labores durante la jornada laboral no presencial.

El Equipo Directivo continúa en la no presencial realizando seguimiento a la práctica docente, que juega un rol muy importante, debe estar debidamente preparado para afrontar la situación de la manera más adecuada. En ese sentido, es primordial fortalecer sus competencias digitales y brindarle la suficiente información sobre los recursos tecnológicos con que dispone y, de esta manera, facilitar el desarrollo de sesiones en el servicio educativo no presencial. Por ello, el directivo es responsable de desarrollar una planificación que incluya un cronograma de actividades pedagógicas con la finalidad de asegurar que las y los estudiantes reciban actividades de aprendizaje en el servicio educativo no presencial, haciendo uso de los recursos de la estrategia “Aprendo en casa” u otros recursos que la IE considere pertinente para el desarrollo de las competencias del CNEB.

En ese sentido, es también responsable de implementar las acciones correspondientes al periodo de consolidación de aprendizajes (marzo a junio) y refuerzo (julio a diciembre), según disposiciones de la Resolución Viceministerial N° 193-2020-MINEDU que aprueba las “Orientaciones para la evaluación de competencias para estudiantes de la Educación Básica en el marco de la emergencia sanitaria por la COVID-19”.

Asimismo, es responsable de supervisar las acciones acordadas con el personal de la IE a través de los mecanismos de comunicación permanente establecidos. Este seguimiento deberá realizarse de manera coordinada con el equipo directivo. Para el desarrollo del monitoreo se realiza las siguientes acciones:

    1. Registrar las evidencias de la práctica docente.
    2. Generar un espacio para la reflexión a partir de preguntas, repreguntas y/o ejemplos en un ambiente de respeto y buena convivencia.
    3. Promover la reflexión del docente sobre su práctica a partir de las evidencias registradas y exponiendo sus argumentos en base al CNEB.
    4. Brindar materiales u otros recursos (videos, links, fotocopias de libros, etc.) que permitan fortalecer los desempeños docentes.
    5. Establecer acuerdos y compromisos de mejora a partir de la reflexión sobre la práctica pedagógica.

 

Monitoreo y acompañamiento del avance de los aprendizajes de los estudiantes.

El directivo asegura que el personal docente realice el monitoreo, el acompañamiento y la evaluación formativa para el desarrollo de competencias de los estudiantes, tanto en situación de desarrollo de clases en el servicio educativo no presencial, semipresencial como en el presencial, orienta a su personal sobre los mecanismos a usar para el monitoreo a los estudiantes a fin de verificar si están accediendo a los recursos acordados para el aprendizaje no presencial y haciendo uso de ellos ya sean recursos brindados por el MINEDU en el marco de «Aprendo en casa» de acuerdo con sus condiciones de conectividad u otros elegidos por la IE. Además, promueve el trabajo colaborativo entre el personal de la IE para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje.

El equipo docente recoge información sobre las condiciones de conectividad, acceso a los medios de comunicación de los estudiantes, necesidades educativas especiales asociadas o no a discapacidad, que pudiesen presentar las y los estudiantes, situaciones o factores de mayor riesgo de interrupción de los estudios, como: precaria situación económica de las familias, limitada expectativa sobre la educación, escaso apoyo familia al proceso educativo, violencia escolar e intrafamiliar, dificultades para mantener la comunicación con el estudiante y su familia, brecha de género, trastornos, discapacidad, enfermedades crónicas o que ameriten tratamiento prolongado, entre otros. La finalidad de estas acciones es la identificación de las necesidades individuales y grupales de los estudiantes, de manera que, utilizando las diversas orientaciones brindadas por el MINEDU y otros insumos, se puedan emprender acciones específicas para su atención desde la pedagogía y la gestión y así garantizar la continuidad de todas y todos los estudiantes; asimismo, los docentes realizan ajustes razonables a las adaptaciones curriculares que respondan a las características y necesidades propias de las y los estudiantes, así como al contexto.

Para el seguimiento del avance de los aprendizajes de las y los estudiantes, en el marco de la evaluación formativa los docentes consideran las competencias seleccionadas en primer lugar, hacen uso del portafolio del estudiante como fuente de evidencia del desarrollo de los aprendizajes, evidencias que pueden presentarse en diferentes formatos y construidos desde diferentes lenguajes en las cuales, el docente deberá recoger en el proceso de construcción de las mismas y no solo el producto final aislado, orientado todo a la toma de decisiones que permita a las y los estudiantes mejorar sus aprendizajes. Este portafolio contiene evidencias desarrolladas durante el servicio educativo presencial y no presencial, facilitando la evaluación y retroalimentación a las y los estudiantes respecto de sus logros y dificultades en el desarrollo de sus competencias y los aspectos que más atención requieren, este portafolio tomará en cuenta los diferentes lenguajes y medidas de accesibilidad de los estudiantes. La retroalimentación debe ser clara para cada uno de los estudiantes puede darse de manera formal o informal, oral o escrita, individual o grupal que permita devolver información que describa sus progresos; debe considerar las características de los estudiantes, y para sus familias y les ayude a generar sentimientos positivos, confianza en sus posibilidades y promover la motivación intrínseca.

Durante el servicio educativo presencial y no presencial, los docentes realizan seguimiento a la asistencia o realización de las actividades programadas para las y los estudiantes. Estas actividades deben priorizar el desarrollo de experiencias de aprendizaje flexibles que no respondan a criterios de recuperación de horas o de cobertura curricular. Los trabajos, proyectos o actividades a desarrollar en el servicio educativo no presencial deben ser significativos en tanto desarrollan competencias del CNEB, En todo momento se debe evitar saturar de trabajo a los estudiantes y familias, los tiempos deben organizarse para que la o el estudiante cuente con tiempos para el desarrollo de sus experiencias de aprendizaje y para realizar actividades recreativas y familiares.

Acompañamiento socioafectivo y cognitivo al estudiante.

La implementación de la tutoría y orientación educativa se realiza a través de sus estrategias: tutoría individual, tutoría grupal, participación estudiantil, trabajo con la familia y la comunidad, y la orientación educativa permanente.

Se planifica a partir del diagnóstico, reconociendo necesidades e intereses que contribuyan a su formación integral y bienestar, como: educación sexual integral, estilos de vida saludable, proyecto de vida, uso del tiempo libre, prevención de situaciones de riesgo o conductas de riesgo (consumo de sustancias psicoactivas, embarazo en la adolescencia, trata de personas, violencia o acoso escolar, entre otras), entre otros.

Al respecto, cada docente tutor debe contar con un plan de tutoría de aula flexible que responda a las necesidades de orientación e intereses de sus estudiantes. El equipo directivo, en coordinación con el Comité de TOE, planifican, implementan y evalúan las acciones priorizadas de tutoría y orientación educativa, no solo de formación, sino también de prevención y promoción, las cuales respondan al contexto y las necesidades presentes para contribuir a su bienestar y prevenir la interrupción de su estudio en el servicio educativo.

Acompañamiento y seguimiento integral al estudiante bajo el contexto de servicio educativo no presencial.

 El objetivo principal es fortalecer el desarrollo de los aprendizajes de los estudiantes, estableciendo vínculo entre los estudiantes, con sus padres de familia y la IE o programa educativo, basados en el respeto, la empatía y la tolerancia.

Los directores a través de los docentes y tutores de aula deben promueven diferentes estrategias de comunicación con los estudiantes y con las familias, para coordinar y organizar con los padres de familia y estudiantes un horario para el desarrollo de sus actividades educativas, que contemple además un espacio personal. Además, es importante indagar en el contexto del servicio educativo no presencial las condiciones emocionales que permitan el desarrollo de relaciones saludables para mantener la posibilidad de concentración y motivación del estudiante las necesidades de orientación, relacionadas a su desarrollo socioafectivo y cognitivo, para enfrentar este contexto y sus retos, a partir del cual se aplicarán estrategias relacionadas a la tutoría y orientación educativa. Finalmente, los docentes comunican a los estudiantes, los propósitos de aprendizaje previstos en cada área y/o competencias para que el estudiante tenga presente dichos logros en la evaluación formativa que desarrolla el docente. Asimismo, orientar sobre el uso del portafolio.

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